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El grunge, veinte años después de Kurt Cobain

Su rostro sigue manifestándose en camisetas de algodón, calendarios, posters en 3D,  imanes para la nevera y portadas de libros. Desde allí, Kurt Cobain nos dedica una mirada pensativa salpicada por sombras y mechones lacios. O, bien, ofrece un gesto seráfico, el de un mesías bello y virginal al que las drogas no han conseguido aún derribar los pómulos.

Más allá de ese recordatorio en forma de merchandising, el sonido que aquel autor atormentado expandió por el planeta a principios de los 90, el grunge, ha dejado tras de sí una estela nostálgica y diluida. Para  Carrie Borzillo, autora del libro Kurt Cobain. La historia de Nirvana (Libros Cúpula), el legado de Cobain y de su formación, Nirvana, sigue presente en aquellas bandas que han mantenido el delirio «por la distorsión» y la valentía de desnudar sus almas y sus credos en las letras.

Junto a ellas, son numerosos los artistas que poco o nada tienen que ver con los postulados de la escena, pero que reconocen haber escuchado y manoseado con pasión, en algún momento, la discografía de Nirvana. Entre estos, figuran nombres tan dispares como los de MIA, The Killers, Lil Wayne, Bloc Party, Evanescence, Snow Patrol y hasta el del rapero Jay-Z, que incluyó unos textos de Cobain en una de sus canciones.

Lejos quedan aquellos años, a finales de los 90, en los que se llegó hablar de una era post grunge  encabezada por los grupos Nickelback, Creed o Stone Temple Pilots. Actualmente, una fracción del espíritu del movimiento es representado por las formaciones que se gestaron durante su periodo de esplendor y que siguen en activo. Es el caso de  Foo Fighters (capitaneado por el exbatería de Nirvana), Pearl Jam y Mudhoney, así como otras que, como Alice in Chains y Soundgarden, han regresado al panorama musical tras permanecer en silencio durante años. También hay nuevas incorporaciones.

Desde Australia, se escuchan nombres como el de Violet Soho; desde Sudáfrica, el de Seether. Y en diversos países, pequeñas agrupaciones de corte alternativo se esfuerzan en el que el grunge no pase al olvido. Sus partidiarios, sin embargo, pertenecen al underground, el lugar de donde un día el líder de Nirvana extrajo ese sonido para transformarlo en un fenómeno internacional. El grunge, al parecer, ha vuelto a casa. Aunque, esta vez, en vez de en Seattle, tenga hogares repartidos por todas las partes del mundo.

 

Fuente: 20 Minutos

 Señor Aguja /twitter: @AgujaRoja

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